SENTIRME VIVA

 

En mi vida hubo muchos precipicios, 

barrancos, callejones.

Días grises, oscuros,

que mantuvieron mis ojos cegados.
Hoy veo el sol salir cada día iluminando,

dándome la tibieza

que me hace sentir que estoy viva,

para disfrutar de las pequeñas cosas

que se transforman en gigantes

por el sólo hecho que vienen de tus manos

y nacen desde tu corazón.

Gracias por estar a mi lado.

 

Noemí Mocco

Derechos reservados

 

 

EL MUNDO

                     Cuántas veces solemos buscar en nuestro cofre de los recuerdos,

aquellos sueños que teníamos de niños,

cuando el mundo era pequeño y nosotros unos gigantes.
El tiempo fue pasando sin pausas

y el mundo fue creciendo y nosotros fuimos decayendo

en la vorágine del centrífugo universo.
Hoy el mundo se ha vuelto tan gigante

que por momentos pesa demasiado

sobre nuestros hombros

que se han transformado en pequeños.
Son esos momentos tan tremendos

 que nos hace añorar nuestra niñez

y es ahí donde queremos volver a ser chiquitos

para jugar y soñar ese mundo mágico.
Pero saben qué? 
No dejen de soñar, no dejen de jugar,

liberen al niño interior que tienen dentro

y verán que aún se puede con sólo proponérselo,

transitar por un rato ese universo mágico

para darnos esa inyección de positividad

que nos ayudará a seguir transitando

este mundo tan complejo.

 

Noemi Mocco

Derechos reservados

 

 

CUANDO SE LLAMA AMOR

Me miras, enamorado, tus ojos verdes se dilatan gozosos, cuando se entregan al beso tierno y dulce, como temiendo que al tocarme tus labios, yo desaparezca de tu lado.

Me miras, recorres mi cuerpo observando cada milímetro de mis contornos,

mientras tus manos, moldean como artesano cada rincón que se ofrece sin reparos.
Tus dedos son mariposas aleteando suaves sobre mi piel, adoradores de la tersura que experimentan. 
Y me sorprendes, porque no ves el paso de mis años,
Ni las cicatrices que han marcado mi cuerpo en la lucha que éste libró para aferrarse a la vida, para sobrevivir a pesar de los intentos que hizo la muerte obstinada.
Tú me ves preciosa, perfecta, una diosa, me coronas tu reina y te arrodillas a mis pies, cual Príncipe de sueños, ofreciéndome la vida que es tu Reino.
Y me emocionas, me enamoras, y te miro, con mis ojos de miel, que al igual que los tuyos no ven que el tiempo ha pasado, te ven más allá de todo, y te abrazo, te acaricio, te siento mío, huelo tu piel, y te beso con un beso tierno.
Y me abrazas y te abrazo, y no existen los años, somos solamente vos y yo, dos locos que le escriben al amor, sintiendo y viviendo que este sentimiento va más allá de todo, del tiempo, de la distancia, de los años, de los defectos y errores. 
Porque no existe nada que empañe, que destruya o se interponga entre dos, cuando la palabra que resume el sentimiento, se llama AMOR.

 

 

Noemí Mocco

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                       EL PUNTO EXACTO

En la quietud de la noche te pienso, extraño todo aquello que me das, siento tus manos recorrer mi cuerpo estremeciéndome toda. Cada recuerdo tuyo me eleva hacia el delirio de soñarte despierta, de besarte por entero mientras acaricias mis secretos en la penumbra de mi habitación, y el éxtasis llega solo, sin permiso, sin demora, en el momento justo que llegas tú, a invadir el punto exacto de la erupción.

 Noemi Mocco

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                                   DIOS ESCRIBE

Dios escribe derecho en renglones torcidos y camina en línea recta por caminos truncados.

Nosotros no sabemos por qué.

No sabemos porque a veces no nos da lo que pedimos, pero sí sabemos que tiene un propósito y un por qué.

Pensamos que nos abandona cuando nos lleva en andas, y creemos que nos olvida cuando nos abraza.

Sin embargo, sé que Él, tiene un plan, aunque no me guste, y sé que no me va a dar lo que quiero, sino lo que necesito.

Así Dios, que te digo

" Haz conmigo lo que quieras, porque después de todo, tú eres quién manda en mi destino".

Noemi Mocco

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                                                   EL MUNDO Y TÚ

 

Sentirte sólo contra el mundo. Ese mundo que te rodea y te asfixia constantemente. Un mundo donde nadie se percata de lo que te pasa, de lo que te ahoga cada día lastimándote un poco más a cada momento. Se lacera tu corazón rasgando los sentimientos y la estructura de tu cuerpo comienza a debilitarse tanto, al punto de sentir que todo tu ser duele. Comienzas a caminar cansado, agobiado por los problemas propios de cada día, pero que para ti resulta una tortura insoportable. Entonces piensas en la muerte, como un recurso que emerge de tu mente cansada de buscar soluciones a tus problemas. Crees que es una opción lógica que solucionará tu opresión. Que podrás escapar de esa cárcel que te tiene encerrado y maniatado. Es la puerta a la libertad que tanto anhelas, es la solución a todos tus problemas. ¿En verdad crees esto?
No... En algún punto tu razón y tu corazón sabe que ésta actitud no soluciona ni repara nada. Es una actitud egoísta propia de cobardes. ¿Sabes cuantas personas en el mundo sufren como vos? ¿Tienes idea de cuantos padecemos enfermedades, opresión laboral, déficit económico e innumerables situaciones más? Ya sé que no te gusta que te digan esto, ya sé que tu dolor no te deja ver más allá de tus narices. Tan sólo te pido que te detengas un momento, mira a tu alrededor y dime que ves. No me digas que ves todo negro y que no hay nadie a tu lado. Mira bien, un poco más allá de tu nariz, existe un mundo que no es color de rosa, pero puedes pintarlo de algún color que te agrade. Y si miras con atención siempre habrá alguien que te mira y te quiere y quiere cuidarte. También habrá alguien que necesita que lo cuides. Tampoco me digas que no tienes a nadie, si no tienes a nadie búscate una mascota y si no te gustan las mascotas entonces mira bien y no hagas trampas, no tapes tus ojos porque justo detrás de ti siempre alguien espera que lo mires, que lo cuides. No juegues con la vida, la vida no es un juego, la vida es un reto. La vida te desafía a vivirla. Claro que no es fácil. Pero tampoco imposible ser feliz. Tal vez te exiges demasiado, Tal vez sólo buscas agradar a los demás. Tú no tienes que probar nada. Tu solo debes ser auténtico. Puedes agradar a pocos y seguramente no le agrades a muchos, pero tú no tienes que rendir ningún examen frente a nadie. Tú eres tú y por ser único debes cuidarte y amarte sin que esto sea egoísmo. Recuerda que lo que no hagas por ti nadie lo hará. Tú vales mucho, vales demasiado, Piénsalo.

Noemí Mocco
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NO TEMAS

                                           Cuando sientas que las fuerzas se acaban.

Cuando creas que todo está perdido

y no encuentres la salida,

no temas,

porque siempre existe una mano tendida

para aferrarte a ella y caminar confiado.

Siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte.

Siempre estará a tu lado

esa persona que te quiera bien.

 

Noemí Mocco

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    CUANDO DICES ADIOS

El mundo se vuelve nada cuando en silencio dices adiós. 

Se oprime el pecho cercenando el corazón.

Se oscurece la razón, todo se vuelve incierto destino, caminando a tientas el dolor.

Adonde iré con mis sueños rotos.

Adonde canjeare 

mis lágrimas por unas pocas monedas de comprensión.

Noemi Mocco
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    DELIRIO

El delirio de verte a mi lado, te dibuja sobre mi almohada, y en el vacío costado de mi cama abrazo la nada,
Sin embargo te invento, te acaricio, te beso, abrazo tu imagen y me miran tus ojos, llenos del amor que recibo a la distancia y alcanzan mis deseos, atrapan mis sentimientos, haciendo que me duerma confiada de que mañana estarás aquí en mi lecho, para moldear este amor que grita ansioso y apura las ganas de estar juntos de nuevo.

Noemi Mocco derechos reservados

 

 

Después del dolor

 ¿Cómo seguir adelante después del dolor?

 Nadie tiene recetas para eso.

Pero se puede intentar.

Sólo se necesita fuerza de voluntad, mucha fuerza a veces.

No es imposible.

Puedes lograrlo aunque tengas que arrastrarte hasta levantarte.

Tus heridas sangraran, gritaras tu dolor, pero aun así, debes continuar.

Cuando hayas podido levantarte, levanta tu cabeza, hincha el pecho para darte aliento, y poco a poco, de un paso a la vez, comienza tu camino hacia la esperanza de que todo pueda ser un poco mejor.

No pidas grandes milagros, sólo da un paso a la vez, sólo vive un día a la vez.

Mañana te encontrarás al volver tu mirada atrás, cuánto has avanzado, porque se puede, claro que se puede remendar el alma. Y, ¿sabes qué? Siempre habrá a tu lado alguien que ayudará a curar las heridas, siempre habrá alguien que aliviara tu dolor y te hará sonreír.

Vamos, tú puedes lograrlo.

 NOEMI MOCCO         derechos reservados.

                     NO EXISTIR

Todo se había nublado, desaparecieron las luces de todas las esperanzas que había recolectado en una pequeña cajita de pequeñísimas posibilidades de poder ser feliz, sí, feliz aunque sea por unos breves segundos en su insignificante vida.

De pronto todo fue lo mismo, pasado y futuro se conjugaron en un presente vacío de destruidas emociones, sí, destruidas, boicoteadas por la incomprensible realidad etérea, sí, etérea. De repente no supo que fue real y que no lo fue, que imaginó, que soñó, que vivió realmente, que pesadilla desató la locura de lo inexcusable.

Ya nada importaba, todo era lo mismo, el presente no existía, por eso no correspondía su permanencia en ese lugar donde sentía que molestaba, que estaba demás, fastidiando, incomodando a muchos y espantando a otros.

En un momento no sintió su cuerpo, solo su mente guiaba los movimientos mientras sus ojos observaban a sus manos abrir las llaves de un gas silencioso y perverso.

La razón se había ido, dejándola a la deriva y una sonrisa llena de ternura le hizo una caricia a su corazón cansado de sufrir.

Con un gesto lento sus manos se posaron en su pecho presionándolo suavemente en consuelo de la decisión tomada, única puerta de escape a lo que ya no quería oír ni ver más.

Recostándose en su cama se abrazó dulcemente, último mimo desesperado de amor.

Su mente quedó en blanco, ya nada existiría, no habría reproches ni culpas, no tendría explicaciones que dar, sus errores se borrarían, todo quedaría atrás.

No había lágrimas, ni recuerdos, ni pensamientos, solo la espera de un sueño tranquilo donde podría soñar con libertad. Se quedó quieta oyendo la permanente música del gas que danzaba por los rincones invitándola a bailar, aceptando ella encantada la melodía que adormecía su conciencia extraviando la lógica que no la dejaba pensar.

Pero recordó a alguien, a esa persona a quien ella amaba de verdad, pensó con su último resabio de razón, en que debía despedirse, decirle adiós. Con mucha dificultad marcó su número en el celular y al escuchar su voz se estremecieron sus fibras más íntimas, esas que marcan el dolor, las que desgarran el alma, las que inundan los ojos volcando afuera las suplicas del perdón.

Entonces habló de sus tristezas, se confesó como si se lo contara a Dios, buscó aferrarse a ese hilo de esperanza, abrazarse a su amor. Se dejó guiar por aquella voz que le hablaba muy calmadamente y obedeciendo sus consejos desandó los pasos que marcaron la locura y la decepción, vislumbrando a lo lejos, aquella luz que podría encender nuevamente la esperanza de renacer a un mundo diferente, con sensaciones nuevas que la lleven a lo que siempre buscó, un poquito de cariño, de paz, de pleno amor.

Cerró el paso del gas, abrió puertas y ventanas, vomitó las amarguras, se aferró fuertemente, incondicionalmente a quien le mostró que es posible vivir el amor.

Y ella, entre cortados llantos supo al fin que Dios o el universo siempre da otra oportunidad, que todo es posible, que hoy el presente existe y se llama amor, amor con mayúsculas, donde crecen alas de libertad.

NOEMÍ MOCCO

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                      DESNUDA MI ALMA

Como seguir sin ti si no respiro sin tu aliento. 

Como caminar segura 

si tus ojos no me marcan la senda que he de caminar. 

Como sonreír si tus labios son los únicos que dibujan mi sonrisa. 

Como no caer, como no caminar a tientas, 

como seguir el camino si estoy sola 

sin tus brazos para que me contengan. 

Como tener consuelo si tus manos ya no sostienen mis manos, 

si tus besos no enjugan mis lágrimas 

y tu abrazo me ha dejado en medio de la nada, 

muriendo de pena, desnuda mi alma.

Noemi Mocco 

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                              HIJO, TE ESPERO

Desespero en la espera y el corazón tiene latidos discontinuos.

Los relojes se adormecen y el tiempo camina lento.
La carretera aumentó la distancia que nos separa y atenta un laberinto para llegar.
El viento ya no sopla y el aire parece no existir en mis pulmones paralizando mi respirar.
Mi estómago se ha vuelto piedra retorciendo mis entrañas próximas a explotar.
Tanto es el miedo a no verte que las lágrimas se desprenden de mis ojos despeñando los sueños.
Sin embargo el anhelo sigue de pié, esperando, segura de que vendrás.
Y aquí, sigo yo, agonizando la impaciencia de verte de nuevo.

Noemi Mocco 

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TU TORMENTO

                                                                    ¿Qué es la depresión?

¿Qué la origina?
¿Es patología o es cuerpo-mente?
Sé que se sufre, sé que duele el alma; 
sé que es difícil de dominar, 
sé que asusta... sé muy poco...
¿Cómo se ayuda?
¿Cómo se acompaña?
¿Qué se dice?
¿Qué se hace?
para aliviar al otro, para consolar,
para guiar, para aconsejar.
Solo puedo estar presente, dar amor, 
solo puedo ser oreja, solo puedo...
dar tan poco y dar tanto...
Se estruje mi alma cuando observo tu llanto,
esa lágrima que cae atrevida y tú quitas apurado.
No sé si pueda aliviar aquello que te atormenta tanto,
no sé si tengo la entereza de contenerte para 
que tu sufrir no destruya tus sueños,
que todavía anidan esperando el momento de soltarlos.
Solo se que aquí me tienes, desorientada muchas veces 
en como socorrerte en la tormenta que acecha a cada rato.
Pero firme y segura de que sobrevivirás al mal trago.
Segura de que pronto, vencerás al monstruo que quiere
doblegar tu espíritu, para que mueras en mis brazos.

Noemi Mocco
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SEAN FELICES

Dejen las penas atrás

Dejen todo lo que haga daño

Miren lo positivo

Aprendan de los errores

No le cierren las puertas al amor

Porque estar enamorado 

Es el estado más maravilloso

Para vivir.

Sean felices

Enamórense de la vida.

Noemí Mocco

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                 DEPRESIÓN

 

Como definir la depresión si nunca las has padecido. Si nunca te has despertado sintiendo que te ahogas, que te falta el aire, que tus pulmones han desaparecido y el oxígeno no cabe en ningún otro espacio de tu cuerpo. Sientes que vas a morir, y agonizas por unos segundos que se hacen eternos, hasta que de a poco comienzas a respirar y tus pulmones vuelven otra vez a funcionar. Te sientes oprimido y temeroso de que suceda otra vez, como siempre pasa, noche tras noche. Te preguntas que pasará, y eso te vuelve sensible y vulnerable, lo sabes y te asusta, te condiciona, y el sueño huye y te levantas de la cama a la que no quieres volver para no repetir la escena. Enciendes el televisor para mirar cualquier canal que te aleje de la realidad que vives. Son tantos los problemas, tantas las preocupaciones, tanta la incertidumbre de tu futuro que tu cabeza gira en un torbellino de preguntas sin respuestas que solo logran que sientas desfallecer. Quieres huir, pero no encuentras la salida a todos tus problemas, entonces desesperas, la desesperanza se apodera de ti y ya no tienes fuerzas para luchar con ella. Te dejas arrastrar de a poco, cansado, sin fuerzas, sin ganas de continuar en este camino que no quieres, pero del cual no puedes salir. Comienzas a tener un sentimiento extraño, algo que se va volviendo con los días en la posible solución a tus males, es algo descabellado, un estado que nadie entiende, no comprenden porque para eso tendrían que estar en tus zapatos, todos opinan, te aconsejan, quieren dirigir tu vida, mostrarte el camino, pero ¿Qué saben ellos de lo que sientes? de tu sufrimiento que te tortura en las noches quitándote el sueño y las ilusiones. La idea se vuelve cada vez más tangible, la posibilidad de solucionar tus males cada vez calan más hondo en tu interior convirtiéndose en una daga que lacera tus entrañas, y te obligan a tomar una decisión alocada, rayando en la locura de tu ser agobiado. Te rindes, caes de rodillas ante lo que no puedes manejar, lloras, es un llanto de impotencia, de resignación, quisieras volver a ser aquel niño al que cuidaban, al que protegían, aquel que solo jugaba acunado por el amor de sus padres. Está tan lejano todo aquello, y se ha vuelto tan irreal hoy tu realidad, que ya no puedes diferenciar cordura de locura, todo es igual, todo es lo mismo, todo es insulso y gris, nada tiene ya color ni sabor pata ti. Ni siquiera existe Dios, no hay universo, no hay amor ni dolor, todo se ha esfumado, ya nada existe, ni siquiera vos. Te has ido, abriste la puerta equivocada para mí, pero la correcta para vos. Ya no estas, me duele el alma, es a mí ahora a quien se le cierra el pecho por el llanto de no tenerte. El beso frio de despedida en tu frente me muestra tu abandono, mientras la muerte se ríe a mis espaldas porque te ha convencido de ser ella quien te daría la paz y el alivio que buscabas.

Noemí Mocco

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DENTRO MÍO

 

Estas dentro mío, 

mi corazón está latiendo

agitando en cada pulso mis anhelos.

Surge la luz en mis días cada vez que me abrazas

cuando tu mirada me habla.

Déjame detener el tiempo,

deja que eternice este momento,

cuando al amarte brotan en mi alma

los manantiales del deseo.

 

Noemí Mocco     

derechos reservados

 

 

DELIRIO

                          El delirio de verte a mi lado, te dibuja sobre mi almohada,

Y en el vacío costado de mi cama abrazo la nada.

Sin embargo te invento, te acaricio, te beso,

Abrazo tu imagen y me miran tus ojos,

Llenos del amor que recibo a la distancia

Y alcanzan mis deseos, atrapan mis sentimientos,

Haciendo que me duerma confiada de que mañana

Estarás aquí en mi lecho, para moldear este amor

Que grita ansioso y apura las ganas

De estar juntos de nuevo

 

NOEMI MOCCO         derechos reservados

 

 

                            PERDÍ LOS SUEÑOS

¿Qué buscas?...

Que pretendes que diga ahora que se han perdido los sueños.
Que piensas que pueda decir al mirarte si estás tan lejos.
Se aquietaron esos vientos que hacían que volara tan alto hasta quedarme sin aliento. Se oscureció el cielo y me quedé sin voz.
Ya no puedo siquiera decir lo que me pasa y lo que siento porque ya no quedan palabras que ayuden a consolar mi dolor.
No encuentro la primavera que me regaló aquellos aromas que me trajeron tu amor, y los trinos de las aves enmudecieron al verme regresar sola al lugar que frecuentábamos, donde reíamos como niños felices y llenos de ilusión.
¿Qué pretendes que diga hoy? ¿Qué entienda que se murió el amor?
¿Qué guardaré los recuerdos y no moriré en el intento de olvidar tus besos y tus caricias llenas de amor? ¿Qué no sucumbiré en las mañanas con mi cama vacía y sin tu olor? ¿Qué no derramaré lágrimas por tu ausencia, que no desesperaré en las noches en el deseo y la pasión por la lujuria que provocabas en mi lecho y en todo mi ser?
¿Qué quieres que diga?... ya no existe la razón, ya perdí mi corazón, nada quedará por decir cuando cierre esta puerta, nada habrá por vivir en mi existencia, me extinguiré en silencio y tú, ni te darás cuenta.

Noemi Mocco
derechos reservados

 

 

DEJATE AMAR

 

Solo déjate amar,

deja que yo limpie las heridas de tu alma.

Déjame hacer de tu vida un oasis

en medio de la nada.

Déjame amarte y que tu cansado corazón,

reviva de felicidad cada mañana.

Déjame amor ser tu consuelo

en esta parte de la caminata,

donde los dos, vos y yo,

solo somos dos almas que se aman,

Acompañándonos en este último trayecto,

Y hasta que Dios, diga basta.

 

Noemí Mocco

Derechos Reservados

 

 

 

                              ODIO

Odio sentí cuando me dejaste. Odio de saber que ya no era importante en tu vida. Rabia de saber que hoy estás con otra, otra que te besa y que te ama en esa cama donde fui tuya. Ahora me ignoras, te crees el macho bravío, exitoso y deseable. No sé cómo contener estas ganas desesperadas y esta impotencia que me quema las entrañas. Odio es la palabra que resume mi resentimiento, el deseo firme de que no seas feliz, que sufras la humillación que padecí. Si, ODIO, odio de querer que nadie te ame, de que te quedes en plena soledad y en esa soledad, tan solo te invada mi recuerdo y el arrepentimiento de haberme abandonado.

Noemi Mocco

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